Emprendedor, con objetivos claros y con el alma del buen samaritano, el barranquino Miguel Ayala, para ser mas exactos del Barrio La Atarjea, es todo un personaje. Hace diez años se fue en busca de éxitos y estabilidad familiar al país de los rascacielos, y vaya que le va súper bien. La gran Patterson es la ciudad que lo acoge, y en ella a cimentado su bienestar, que le da para, con ese buen corazón, ayudar a su “gente” como él dice. Primero con el Club La Atarjea, que tuvo una época sobresaliente, gracias al respaldo precisamente de Miguel. En aquellas jornadas, a pesar de no estar presente en Barranca, era puntual y decidido su aporte para que el grupo se maneje con tranquilidad. Esa labor dio como resultado títulos para el equipo amarillo, con participaciones aceptables en la Copa Perú Provincial.
Es normal que cada fin de año, cuando se acerca las fiestas navideñas, los niños y vecinos del Barrio Atarjea, se emocionen por la cantidad de regalos y la fiesta que se arma, gracias al buen corazón de Miguel Ayala. Para ello cuenta con la confianza de responsables colaboradores como “Nabo” Arellan y otros.
En esta temporada, a solicitud del popular “Cumpita”, viene apoyando desinteresadamente al Club Deportivo Santa Cruz, quien es uno de los líderes del torneo barranquino. Y para ponerle la cereza a la torta, el campeonato de Primera División lleva su nombre, como un agradecimiento a esos gestos de apoyo y preocupación para con el fútbol y la gente barranquina. Miguel se ha comprometido con donar los trofeos para los torneos de este año.
Pero la colaboración no solo se da en nuestro Barranca, sino que allá en Patterson también colabora con instituciones.
Es así como este señor, gracias a la perseverancia y los buenos resultados en USA, retribuye con afecto lo que Dios le da.
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