Perú fue la revelación del Mundial Sub-17 con su histórico boleto a cuartos de final, donde no pudo llegar el superfavorito Brasil, que se marchó como la gran decepción en octavos de final de Corea del Sur-2007, al igual que una Colombia que dejó una deuda pendiente.
Argentina, el otro representante sudamericano, cayó en cuartos de final contra Nigeria (2-0), dejando una tibia imagen, sin la explosión de ningún ‘pibe’ y con la cuenta pendiente de ganar la única Copa que falta en las vitrinas de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Si los cuatro seleccionadores tuvieran una reunión para intercambiar ideas, allí al menos podría esgrimir como excusa que sus equipos fueron echados por las dos potencias africanas, los bicampeones mundiales Nigeria y Ghana.
Poco podría decir el seleccionador brasileño Luiz Nizzo, que vio como su equipo perdió en octavos de final contra Ghana (1-0) cuando tenía el partido acomodado, con los ghaneses jugando con diez hombres al término del primer tiempo.
Perú también pereció frente a los ghaneses, aunque se despidió de pie (2-0) en su segunda participación mundialista.
La deuda pendiente, una vez más, la dejó Colombia, el subcampeón sudamericano que llegaba con una defensa de hierro y en tierra surcoreana al primer soplido se vino abajo
Argentina, el otro representante sudamericano, cayó en cuartos de final contra Nigeria (2-0), dejando una tibia imagen, sin la explosión de ningún ‘pibe’ y con la cuenta pendiente de ganar la única Copa que falta en las vitrinas de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Si los cuatro seleccionadores tuvieran una reunión para intercambiar ideas, allí al menos podría esgrimir como excusa que sus equipos fueron echados por las dos potencias africanas, los bicampeones mundiales Nigeria y Ghana.
Poco podría decir el seleccionador brasileño Luiz Nizzo, que vio como su equipo perdió en octavos de final contra Ghana (1-0) cuando tenía el partido acomodado, con los ghaneses jugando con diez hombres al término del primer tiempo.
Perú también pereció frente a los ghaneses, aunque se despidió de pie (2-0) en su segunda participación mundialista.
La deuda pendiente, una vez más, la dejó Colombia, el subcampeón sudamericano que llegaba con una defensa de hierro y en tierra surcoreana al primer soplido se vino abajo
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