Desde el pitazo inicial, los de la visita -el Tornado- se volcaron a terreno del Aipsa, tratando de tener la pelota. Y de alguna forma conseguían su objetivo, la volante presionaba bastante y los que mas saben con la pelota en el cuadro azucarero no podían entablar diálogo. Esa fue la tónica durante la mayoría de minutos en el partido de la primera fecha, donde “La Máquina Azucarera” dejó con las ganas a su hinchada.
Con los refuerzos y el trabajo de mayor exigencia por parte del técnico Edson Ojeda, el Aipsa se muestra mas comprometido con la departamental. Pero siempre falta algo, nos da la impresión que hay jugadores que los años les pasa la factura y no están en le nivel competitivo actual. Mientras que otros, desperdiciaron mucho tiempo para meterse con mayor responsabilidad al trabajo y ahora les cuesta mucho. La Copa Perú es una sola, se inicia en la Distrital y termina en la Nacional, ciertamente con jugadores pagados, entonces hay que entender que la obligación es la misma. Mientras se de el compromiso y el sacrificio, las cosas funcionaran.
Y el éxito primero será del equipo y luego del jugador, si no hay mística, si existe solo el interés de cobrar, y no hay responsabilidad, nada se conseguirá. Entonces hay que levantarse y ponerle un doble empeño al trabajo. El Kavas puede esperar al final, cuando el objetivo se haya conseguido, restan tres fechas que deben será muerte, dejando todo en la cancha, queremos ver siempre a Cortez, tirarse por recuperar una pelota, obviamente manteniendo la calidad para el manejo del balón. A Monteverde, a pesar de su aparente exceso de peso, manejar esfuerzo por mayor movilidad, a Escalante y Trevejo, sin dar por perdida una pelota. Ahora, con Aldo Calderón y Diego Palomino desde el inició, la cosa debe mejorar, aunque la empresa en la altura de Huarochirí no será tan sencilla, ni tampoco el dolor del Juventud Chancay o la presunción ganadora del Juventud Barranco. Es por ello la dedicación y concentración para estos partidos tiene que ser al máximo. Caso contrario a esperar una jugosa semana, hasta el próximo año, o tal vez ya no habrá otro apetitoso premio luego de una clasificación.
Lo del Tornado de Ate Vitarte, nos enrostra la forma como se juega ahora la Copa Perú; con mucha dinámica. Y la dinámica que comprende, pues base física y buena técnica, luego aplicación en el trabajo táctico. Con esos tres factores bien trabajados, pues tendremos un equipo que a la par que presione bien, también ataque con propiedad y con volumen ofensivo.
Mayor profundidad en la sorpresa con los laterales, es un dilema que no superan los blancos. Si Reátegui está bien tapado, o Mathey se va por uno de los lados, lo lógico es que aparezcan los laterales, ahora es usual también que, los de la primera línea de volantes, no solo recuperen, sino que tenga buena salida, y si se da la posibilidad de llegar al gol, pues bienvenido.
Ahora, la zaga blanca, en esa incertidumbre de tantos experimentos, no llega a compenetrarse; por mas que Balarezo, intente ser el caudillo, y es que el trabajo no se hizo bien y ahora las consecuencias.
Restan tres fechas de la primera fase departamental, y serán de mucho rigor, y de darse la clasificación, luego vendrán encuentros más complicados, porque a medida que se avanza, la competencia es más fuerte. Este año, a diferencia de otros, el torneo es mas competitivo; la mayoría de equipos han llegado a este evento muy bien reforzados.
Aipsa no esta lejos de alcanzar una clasificación, todo esta en lo que puedan hacer los jugadores en la cancha, y la hinchada pueda acompañar con decisión.
Los refuerzos como el supano Frank Trevejo, los huaralinos José Monteverde y Richard Palomares y los limeños Diego Palomino, se han sumado a esta historia y ojala que al final sea con una sonrisa amplia.
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