Con el resultado en contra,
pero con la firme voluntad de revertir la situación, el crédito pativilcano
Unión Galpón va por su recuperación y tratar de lograr el resultado que lo
coloque en la siguiente Etapa de la Copa Perú, es decir la Regional. Es cierto y no se puede ocultar, su rival, el
Walter Ormeño de Imperial – Cañete, no es un equipo cualquiera. Aún a pesar que no tuvo una distrital muy
considerable, el equipo blanco se reforzó convenientemente para la provincial y
la departamental y de a poco se ha ido consolidando. El trabajo que desarrolla
Santiago “Kiwi” Espinoza, tiene el respaldo de una buena economía que da la
tranquilidad necesaria al plantel. Pero Galpón tiene en contraparte, algo que
muchos equipos quisieran tener. Amor propio y mucho coraje. Al equipo amarillo
de Pativilca, nadie le regaló nada, todo lo consiguió por méritos propios y con
jugadores que son puro garra y ganas de
gloria.
Algo que identifica y en
buena manera el interés por seguir en la Copa Perú, la dio el portero Ramírez,
cuando fue el primero en oponerse a las intenciones nada buenas, de un
personaje pativilcano, cuando quiso hacer patinar al equipo. Entonces algunos compañeros respaldaron esta
acción del arquero y las cosas se encaminaron. “Para que hemos luchado tanto,
si nos pueden sacar en la mesa” dijeron algunos chicos, y eso muestra a las
claras lo que quiere el equipo.
“En el fútbol no hay
estrellas, las estrellas están en el cielo” dijo alguna vez el recordado
técnico brasileño Luis Greco y es cierto, en el fútbol amateur no hay equipo
grande, tampoco grandes jugadores, porque si fuese lo contrario, estarían en
otras latitudes futboleras.
Entonces sobre ello, hay que
valorar lo que dejan en la cancha los dirigidos por Pala y Casanova. Cada
pelota, cada acción es de un guerrero en la cancha. “Si es necesario planchar la pelota con la
cara”, hay que hacerlo decía “Titi”
Quiroz. Eso demuestra la mentalidad de estos chicos. Seguramente que la diferencia
entre el Ormeño y el Galpón está en la
parte económica y la logística, pero en lo otro, el equipo “Galponero lleva
ventaja.
Llega el Domingo, y la
fanaticada se levanta temprano, desayuna pensando en el partido y luego el
almuerzo con el diálogo familiar sobre las posibilidades de los pativilcanos.
Y en el Estadio Edgardo Reyes de Supe,
se dejará la garganta hinchando por el “Orgullo Pativilcano”.
Los Ramírez, Toledo,
Escalante, Galán, Tong, Girio, Romero, Armas, Quiroz, Brioso, Samanez,
Villanueva, Bermúdez, Mallqui, Paredes, tienen en sus botines la oportunidad de
cambiar la historia enviar al Galpón a una Regional. Claro, que sería por
primera vez para esta institución. Desde afuera, Eguzquiza por lesión y Bernaza
por suspensión, pondrán todo su corazón para que sus compañeros tengan la
Bendición del “Barbón” y puedan lograr su cometido.
Los dirigentes como su
presidente el “Chino” Giraldo, los hermanos Sifuentes, Leo, “Panchi”, “Perico”
Tello, ya pusieron los suyo durante la semana, aunque en el día decisivo, también
velarán los intereses del equipo.
Es cierto, es la hora de la
verdad, no hay lugar para las especulaciones. El corazón se acelera, las
piernas están calientes y el cerebro maquina las ideas para seguir en la ruta.
El cielo es el límite. El jugador en la casa, recibió la bendición de la madre
y el muchacho va con la ilusión de dar felicidad a todos.
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