jueves, 15 de noviembre de 2012

El futbol nuestro de cada día



a Leonardo Favio, yo le sonreí y le quise hablar, adiós pibe nuestro.

El Real Garcilaso que duda cabe resulta ser la novedad mayor de esta ultima jornada deportiva,  un equipo constituido por jugadores que no son de terruño cusqueño, y que el sitial obtenido se expresa a partir del otro; así se describe: el Sporting Cristal resolviendo a dificultad su resurgimiento, la San Martin sin brújula alguna, el Juan Aurich encaminado hacia atrás, y  la U  y el Alianza en sus dramas y angustias, por sus recientes derrotas y recientes triunfos. El Real Garcilaso ha establecido un fortín local, ha consolidado su espacio, ¿acaso se vuelve innecesario un planteamiento de lo endógeno para el futbol? , necesitamos un efectivo sistema deportivo descentralizado. El  clamoroso desempeño del Instituto Peruano del Deporte es ilustrativo, la preservación del capital humano local es una exigencia que debe ser convertida en una posibilidad de política pública, ojala que se pueda reflexionar y variar los ritmos de inversión hacia estos propósitos. Por otro lado, Markarian diseña la filosofía derrotista del futbol peruano; el uruguayo advierte nuestra decadencia y culminación de un ciclo y derriba e l "espíritu creativo y emprendedor" de los peruanos, obstruye al desarrollo con su decorada filosofía de la derrota. Deportes 10 evalúa y siente las dinámicas de la ciudad, y sucede que las ciclovias recreativas se han convertido en simples cumplimientos de metas del Ministerio de Economía y Finanzas y los Gobiernos Locales no promueven la importancia de humanizar a la gente en su interacción con su propia ciudad, los estilos de vida saludable y el combate a la tugurizaciòn urbana y la inseguridad. Se necesita proyectos de inversión para propiciar recreación sana, espacios e infraestructura y saber incorporar componentes temáticos de lo recreativo. Nuestros alcaldes están abrumados con otras agendas, están solo defendiendo sus vacancias con sello de enriquecimiento y corrupción personal, la gobernabilidad tiene esta expresión de crisis y predomina el desconcierto y mayor desconfianza, en fin vox  populi vox die, la voz del pueblo es la voz de dios. La ciudad suelta sus emociones, tiene caminatas personales, una canción emocionante, guitarras escondidas, tremendas e imaginarias. luego una tenebrosa tristeza, y los pasos que se esconden de las sombras. Punto.
Mario Alva

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