caminamos hacia atras"...
Hay que pautar un sentido provocador, porque todo ingresa en este campeonato de Primera División, en versión al FONDO HAY SITIO; el mismo libreto, los equipos y sus limitados recursos futbolísticos y luego desfallecer ante una emocionante derrota. En estas primeras fechas, se siente el destello de la decepción y el aburrimiento comienza a presentarse.
Ahora estamos con la generación cultivada- formada- con los diarios chicha de a china cada uno, y de televisión bataclanera, destructora de la política y de la conciencia crítica, y en medio de un momento en que tampoco se asistirá a un mundial de futbol. Pero el silbato hace estruendo, los equipos emprenden nuevos retos, los jóvenes saltan a una posible oportunidad del mejoramiento del futbol local, llegar a retos de liga profesional, relucir ambición y capacidad deportiva. La hinchada quiere consensuar, acompañar, tener mística y organización, quiere triunfar, ser historia.
Los estadios ya no resultan contagiantes, no tienen fervor, están deviniendo en el espacio de los conocidos de siempre, nos falta muchos cambios y mas institucionalidad. El sol acecha, hace trizas la piel y el cansancio de los jugadores es notorio y son los jugadores del todo se compra- todo se vende, el futbol macho ya fue, se marchó, no existe, desapareció, se acabó para siempre, por los siglos de los siglos. Así sea.
MARIO ALVA
Hay que pautar un sentido provocador, porque todo ingresa en este campeonato de Primera División, en versión al FONDO HAY SITIO; el mismo libreto, los equipos y sus limitados recursos futbolísticos y luego desfallecer ante una emocionante derrota. En estas primeras fechas, se siente el destello de la decepción y el aburrimiento comienza a presentarse.
Ahora estamos con la generación cultivada- formada- con los diarios chicha de a china cada uno, y de televisión bataclanera, destructora de la política y de la conciencia crítica, y en medio de un momento en que tampoco se asistirá a un mundial de futbol. Pero el silbato hace estruendo, los equipos emprenden nuevos retos, los jóvenes saltan a una posible oportunidad del mejoramiento del futbol local, llegar a retos de liga profesional, relucir ambición y capacidad deportiva. La hinchada quiere consensuar, acompañar, tener mística y organización, quiere triunfar, ser historia.
Los estadios ya no resultan contagiantes, no tienen fervor, están deviniendo en el espacio de los conocidos de siempre, nos falta muchos cambios y mas institucionalidad. El sol acecha, hace trizas la piel y el cansancio de los jugadores es notorio y son los jugadores del todo se compra- todo se vende, el futbol macho ya fue, se marchó, no existe, desapareció, se acabó para siempre, por los siglos de los siglos. Así sea.
MARIO ALVA
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