"AHORA NI EN LA PAZ DE LOS SEPULCROS CREO"
CESAR VALLEJO
En un santiamén se apagan las luces del espectáculo, un cadáver cruza por encima de la hinchada, cruel e infecunda hinchada; a ratos extasiado por las guerras anunciadas desde algunos bastiones mediáticos, y luego, convirtiendo una simple disputa de futbol en una carnicería, sin tarjetas rojas, frágiles ante descomunal violencia, minutos de violencia de una inhumana fanaticada. Los domingos de setiembre, en la cordura primaveral de siempre se perdieron, murieron los archivos inmediatos de triunfo del futbol peruano, ahora estamos apegados desde el crecimiento económico, colosal y fantástico para algunos, en una barbaridad irremediable de mostrar la sin razón del crimen en el futbol, mostrar esos hechos a nuestros hijos y nuestras familias y quedar envueltos de pasado y sombrías derrotas. ¿Se podrá levantar el futbol después de esta indignante muerte? Esos remedos de futbolistas que alentaron los ánimos de contrincante desaparecieron, quedaron para siempre en esa atroz condición, de farsantes de la absurda confrontación.
Deportes 10 demanda el severo protagonismo judicial, el país requiere de enérgicas institucionalidades, y de un periodismo inteligente y critico de lo banal y violento, lo ocurrido permite una apuesta más solida por el verdadero deporte, el ejemplar, del que obtiene medallas en la adversidad, del " cuerpo sano en mente sana" ,eso es lo que no podemos, no debemos jamás perder.es la hora, sin embargo, de hacer expresivo esta indignación y que los ecos de la indignación permanezcan por siempre, así sea.
MARIO ALVA
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