jueves, 24 de mayo de 2012

NOS HACEN CHOLITOS


Acabó la etapa distrital de las ligas de fútbol de la provincia y poco o nada cambia con referencia a años anteriores. La dirigencia de siempre, con sus errores y horrores; sumase a esto el preocupante incremento de los arreglos  en dinero por fallos que convengan al mejor postor, trayendo abajo el esfuerzo honesto de instituciones que ven con pena e indignación, como un sinvergüenza se llena los bolsillos de dinero y peor aun, se burla de ellos.
Los árbitros son hartamente conocidos. Los mismos de hace 10 y hasta en algunas ocasiones de hace 20 años. Si, así como lo leen. Los mismos de hace 20 años, derramando en los gramados su hoy obesa figura, su inoperancia y falta de calidad arbitral, la misma de hace esa cantidad de años.
Los jugadores por otro lado, hacen gala de su poca preparación para este tipo de torneos. Sin un estado físico que les permita terminar un partido de pie, sin la preparación técnica que no permita arrancar risas y/o enojos de las tribunas; y sin la preparación táctica que les permita obtener  con honradez, un resultado beneficioso para su club.
Tema aparte, aunque  caserito de esta columna es el tema de los "entrenadores de fútbol". El año pasado se puso de moda los "entrenadores a distancia" y no lo decimos por los cursos que llevan sino mas bien por la forma de dirigir. Es inaudito ver como existen dirigentes que permitan que sus equipos sean dirigidos por  celular. Es increíble. El colmo de  la desfachatez de parte de estos que se dicen técnicos de fútbol, pero peor aún, el colmo de la estupidez de aquellos que lo permiten.
Pero en lo que queremos incidir más para escribir esta columna, es el arribo de algunos individuos que astutamente llegan a estas tierras a engañar a incautos dirigentes con el cuento de "entrenadores de fútbol". Presentan un curriculum lleno de copias fotostáticas que sabrá el "diantre" de donde las sacó. Y con eso  se hace acreedor a un puesto de trabajo por demás de inmerecido.
Es tal el caso de un sinvergüenza salchichero que llego a la tierra de los tamales de la mano del hijo de un ex-dirigente provincial. Parece que eso lo avaló. Y como el incauto a engañar era cercano  al enganche, pues fue fácil ganarse la confianza del pagador.  Lo primero que hizo fue pedir dinero para comprar materiales porque sin ellos no podía realizar su labor. Al final de cuentas los materiales siguen nuevos, ya que nunca los utilizó, o no los supo utilizar. Pero no llegó sólo, trajo algunos "paquetitos" con rotulo de jugadores, algunos de ellos cobraron una suma importante de dinero pero nunca firmaron. Los que se quedaron fueron dados de baja después de algún tiempo y es que jamás demostraron el menor entendimiento de lo que era jugar fútbol. Solo para este embustero valían la pena, y claro que valían, por que aparte de que estos jóvenes eran lo que reflejaba el nivel del conocimiento de su mentor, eran los que le abonaban una parte de su dinero recibido por el contrato que pactaban. 
Quienes se quedaron y los que estaban desde antes, siempre mostraron su descontento con este tipo. "Ganaba mas que muchos y hacía menos que ninguno". Así lo definieron. Costaba creerlo, pero en alguna ocasión llegó a "trabajar" en el estadio de la ciudad en mención. Durante el larguísimo tiempo que estuvo en el gramado, lo vimos sentado en un rincón sin atinar a dar alguna orden que siquiera mueva a sus jugadores. El calentamiento lo dirigía un jugador, el entrenamiento lo proponía un gordito que hacía las veces de asistente o preparador físico, o sabe Dios de que. Pero este tipo, ni se inmutaba. Disfrutaba viendo como los jugadores se mataban corriendo como locos sin ningún orden en el campo y él, bien gracias, esperando la hora de irse para "picar" para sus pasajes. Hasta que por fin el dueño del equipo se dio cuenta, después de varios cientos de soles desenfundados, y lo desembarcó, lo desaforó, lo botó. "Lo justo", diría el gerente deportivo.
Entonces creíamos que por fin descansaríamos de esta forma disimulada de hurto agravado. De esta forma descarada de estafa. Pensábamos que se habían acabado los que apañaban a estos sinvergüenzas. Pero estábamos equivocados, porque cuando mas tranquilidad mental teníamos, debido a su ausencia, apareció dirigiendo indebidamente, grotescamente, con la conchudez que le otorga su incapacidad, a la Academia Municipal Provincial. Si. Con indignación debo afirmarlo. Este tipejo incapaz, petulante, engreído, tonto, impresentable, dirige cobardemente la Academia de Fútbol de la Provincia. Tamaña insensatez de las autoridades municipales o favores políticos. 
Que méritos tiene este sinvergüenza. Que autoridad avaló su contratación. Quien puede pensar que este incapaz puede dirigir los destinos deportivos de los niños y adolescentes de la provincia. Que derecho tiene este energúmeno a cortar el desarrollo y mejoramiento de las capacidades futbolísticas de tantísimos jóvenes.
No comprendo como habiendo tantos buenos profesionales en lo que a entrenamiento de fútbol se refiere, pueden darle tan delicada labor a este ESTAFADOR. Ya basta. Lo reclama la sociedad. Lo exige la realidad. No podemos tolerar que venga cualquier foráneo a quitarle un puesto de trabajo a un conciudadano, menos aún si es incapaz. Hasta cuando tenemos que ver como niños y adolescentes son mal tratados deportivamente por quienes solo esperan fin de mes para llevarse a los bolsillos el producto de sus perversas actitudes.
 Sabemos que este  hombrecito se cree dueño del complejo de Luriama. En complicidad con quien trabaja en guardianía, no dejan que otras academias y escuelas de fútbol realicen sus prácticas futbolísticas. Lo peor es que como resultado de su incapacidad, solo cuentan con tres niños. Que buena suerte. Sentarse a mirar como juegan pelota tres niños y ganarse un sueldo a fin de mes. Eso se llama "ESTAFA AL ESTADO". Por que es el estado quien le paga. 
Hay un personaje de televisión que lleva su mismo nombre, pero al menos se gana a la gente con su "simpatía y carisma", pero este tipo no tiene ni eso. Aparte de lo incapaz es antipático, petulante grosero, chismoso y le encanta mucho indisponer a los demás técnicos con las madres de familia de los niños que participan de la academia municipal. Eso se llama cobardía. 
Queda en ustedes señores autoridades de la municipalidad de Barranca, cortar de raíz tanta desvergüenza,  tanto abuso, tanta incapacidad al servicio de la juventud barranquina. Tomen en  cuenta que por quedar bien haciendo favores políticos no pueden poner en riesgo el futuro deportivo de los niños y jóvenes de Barranca. 
Y a ti, si nadie es capaz de solucionar este problema, pues seguirás estando en la mira. Seguiremos de cerca tu desempeño y daremos a conocer tu haraganería con la cual trabajas, y con la cual te llevas un dinero de Barranca. Con nombre y apellido.
HAsta la próxima...
YAMASAKI

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