viernes, 29 de junio de 2012

“Esos de negro”

La agresión constante a los árbitros  de fútbol, se ha hecho una constante que no se tiene o quiere controlar. Y es que los intereses de quienes dirigen las ligas, está antes que el respaldo a los jueces. En cuantas oportunidades se ha visto que se sanciona enérgicamente a los agresores, y la Provincial respalda la violencia con resoluciones contrarias. Y esto se sabe, no es gratis. Entonces, ¿Quién protege a “los de negro”? Es cierto que como seres humanos, estamos propensos a errores, pero eso no es óbice para que algunos desadaptados utilicen la agresión a los árbitros, como pretexto ante las derrotas de sus elencos, que muchas veces, mas es por el mal trabajo de sus propios jugadores. Y hasta incluso por yerros dirigenciales al contratar jugadores que son totalmente irresponsables. Hay que tener en consideración que los árbitros que están en un campo de juego tienen familia, y es detestable que en cada jornada desde que se inicia un compromiso estén recibiendo las mentadas de madre, incluso por damas, y esto hace ver el nivel cultural de estas iracundas personas.
Esto no quita, que tampoco algunos árbitros son conscientes y llevan una preparación adecuada, tanto física, como técnica. Hay jueces que lucen muy subidos de peso, otros que se han retirado y han vuelto por la necesidad de unos soles y vayan a ver como complican a sus compañeros en un partido. Hay de los otros, que toda su vida de árbitros fue de pésimo nivel, pero que viven en una nube y no escuchan recomendaciones. Entonces si se da un trabajo de mayor responsabilidad, mejor será el nivel arbitral.
El año pasado, inicialmente, estos señores, habían tomado la decisión de plantarse ante tanta agresión y la pasividad de los dirigentes, pero cuando se daba el “paro”, cuatro jueces se tiraron para atrás y dieron carta libre para que la provincial los maneje como les da la gana. Se dijo en ese momento que estos cuatro tuvieron miedo que nos los recomienden para la departamental. O sea una traición, con el solo objetivo del beneficio personal. Han dicho ahora los árbitros, que no dirigirán en las ligas donde han sido agredidos y no han recibido ningún tipo de respaldo. ¿Se les podrá creer? Aquí también habría que ver la labor que desarrolla la Copar, quienes dan la impresión de ser “títeres” y no una Comisión Autónoma. Es por ello que en un jueves anterior, dos jueces les reclamaron por qué no los programaban a pesar de estar recategorizados y  que acudían a los entrenamientos. Obvio que no hubo una respuesta convincente, ya que el anciano presidente, tenía el papelito con los nombrados de la semana, claro algunos decían que eso se lo habían hecho. Lo curioso fue que a la semana siguiente, los reclamantes ya estaban programados. Está claro que estas situaciones también ayudan al caos.
Es cierto, por estas épocas vivimos en un estado de reclamos ante todo, pero eso no implica volver al salvajismo cavernícola para pedir justicia. Pero es bueno prepararnos y preparar a las nuevas generaciones con otro concepto de vida. Hay que ver el fútbol como una competencia deportiva, pero con la mística de amistad, confraternidad. Salvo mejor parecer.

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