Cuanta admiración y cariño pudo despertar este hombre cuya
imagen proyectaba esa especial aura de paternidad y amistad. Rogelio Roncal
Ruiz, a través de las redes sociales y las llamadas telefónicas –cuando enfermo- recibía todo tipo de aprecio de sus
familiares, amigos, alumnos y hasta de extraños y es que lo sembrado, hacía que
la cadena de preocupación fuese tan amplia. Cuando nos dejó y nos llevó la
delantera, esto tomó, aún, mayor fuerza, y las condolencias hacia la familia no se detuvieron.
Aquél hombre que un día llegó a Paramonga, desde su
lejano Casagrande, fue un apóstol que
por donde iba como educador, inspiraba confianza y su sabiduría en las
Matemáticas, como en la promoción del
deporte se traducían en esperanza, en fe.
Como deportista que es donde mas lo hemos conocido,
dedicó tantas horas a, primero,
practicarlo ya sea en el fútbol o básquet y luego como organizador de
múltiples eventos. Como muestra el gran
Festival de la Amistad en Paramonga, el Campeonato Nacional de Minibasquet, los
Interbarrios en Barranca y Pativilca, Creciendo con el Fútbol. Regidor integro
de la comuna azucarera. Dirigente de la liga de Fútbol paramonguina, de la
Provincial, claro, honesto, transparente, capacitado. Todo un ejemplo de
trabajo, de sencillez, de amistad. Nunca fue rencoroso, muy por el contrario,
siempre dispuesto a hacer amigos.
Por su onerosa labor, fue distinguido por la Federación
Peruana de Fútbol, la Municipalidad Provincial y la Municipalidad de Supe, así
como de la Liga de Basquet.
Vaya entonces nuestro homenaje para tan digno personaje,
quien al ver tantas lágrimas derramadas por quienes lo estimaron, dirá: “Pata
no te pongas así, tranquilo Viejo”. Descansa en Paz maestro.
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