LA REGION SIN DEPORTE

En cada nueva montaña otra sea tu canción.
Estos días se define la elección a la p residencia de la Región Lima, Chui y Alvarado, y todavía hay que marcar al costado de sus rostros, en una segunda vuelta donde se formara una nueva mayoría. La Región mantiene estructura, funcionariado y acciones propias del pasado, los CTAR siguen dominando y la cultura organizacional se municipaliza. Es una región que no articula los planes de desarrollo de las provincias (en ninguno de los presupuestos participativos provinciales asisten ni el presidente ni sus técnicos regionales), no hay un modelo de desarrollo regional (que establezcan poder político regional, con autonomía y creatividad decisoria, competitividad territorial, transversalidad en la estructura nacional), solo hay un recetario inmediatista de fragmentaciones jurisdiccionales y que le llaman plan de gobierno. La apuesta en práctica de la regionalización de Lima, por Susana Villarán sacudirá los escombros del “Desarrollismo “de nuestras provincias líos, no hay previsión estratégica al comportamiento desbordante limeño en sus ejes del norte y del sur.
En cuanto a desarrollo deportivo, el dominio del IPD es invariable, políticas publicas que promocionen el deporte en el ámbito regional es inexistente, solo esta el estilo inmediato de infraestructuras sin sostenibilidad deportiva y que deja de lado una recreación sana de importante magnitud. No existe una estructura regional deportiva en el país, el bicentenario nacional llegara sin haber resuelto este trascendental problema de nuestro capital humano. Somos hinchadas relativas de alegorías triunfalistas, glorificamos con ansias el inmediato gol y agotamos perspectivas en dislocadas coyunturas.
La región definirá a su presidente, para dirigir, para transformar, para definir el resurgimiento de l territorio en un contexto de crecimiento económico. Que la putrefacta corrupción no gane, que la ingobernabilidad y el autoritarismo no gane, una nueva ruta requiere nuestra región, mas allá de los candidatos de turno, nos jugamos el cambio o el perecer, de nosotros depende. Que tu voto no se compre.
Mario Alva