Cuando en un mundo globalizado como el nuestro, nosotros los seres humanos, buscamos salir a competir con los grandes inventos, nos encontramos que poco a poco olvidando lo que hace 20 o 25 años atrás (`personas de esta época) nos gustaba apreciar; es el caso de una lectura amena a través de un periódico o una revista local, y que en el camino a estos años ya no encontramos.
Como olvidar los años en que podíamos leer una Revista Norte Chico, o Fortaleza; un periódico Golkiper, Fotos y Hechos, de aquellos que podemos recordar entre muchos otros, que con sacrificio, nuestros colegas Lozada, Flores, Ortega y Alvarado, nos deleitaban con esa pluma especial que poseían y mas aún con las disculpas del caso de otros medios escritos de otras épocas y que alternaban el periodismo con lo poético y lo plasmaban a la tipografía, esos eran los años maravillosos del periodismos escrito.
Hoy, la realidad es otra, la juventud es poco de lectura, nuestros maestros de la actualidad, les gana la ciencia y el internet; a nuestra juventud lo le hacemos leer nuestros libros, no buscamos que se acerquen a las grandes obras de nuestras bibliotecas; pero si le decimos que en tal web se puede encontrar lo que busca, con ello hacemos que el niño y luego joven, ni siquiera acepten leer un periódico o una revista. Hoy en día es poco lo que nuestros colegas periodistas de la pluma nos pueden ofrecer para sacar un diario, semanario, quincenario o un periódico, ya que los costos son altísimos. La banca y el comercio son pocos los que apuestan por una publicidad, y sin publicidad, un medio escrito es difícil que logre subsistir; al menos en esta sacrificada labor los medios escritos que gracias a Dios nos brindan sus páginas podemos mencionar a la Revista Etcétera de Roberto Salas, El Libertador de Elgar Marreros, Deportes 10 de nuestro director Luiggi Gamarra, y otras mas.
Ante tanta desigualdad, propia del sistema en que vivimos, si algún joven lee estas líneas lo invitamos a estar mas cerca de los medios escritos y compartir sus páginas con otros lectores y a nuestros sacrificados colegas periodistas a continuar con la producción de sus medios y que nunca los dejaremos de leer. (Willy Cadenas).
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